jueves, 5 de febrero de 2009

Repercusión por la censura: Politica y Medios

02-02-2009

La censura de Kaminsky y Viale contra una radio popular

"La voz sudamericana" fue cerrada la semana pasada y crecen las acusaciones hacia el propietario de Radio Mágica, Mario Kaminsky, y su directivo, Mauro Viale. Política&Medios dialogó con integrantes del colectivo de trabajo que alquilaba la frecuencia. Aseguran que el caso se relaciona con sus posiciones políticas en torno al conflicto israelí-palestino.

Cuando los grandes medios se rasgan las vestiduras por el despido de Nelson Castro de Radio del Plata, la radio "La voz sudamericana" fue cerrada y hay serias denuncias de censura por parte de las organizaciones sociales que alquilaban el espacio. Para eso, mañana a las 17, en el hotel Bauen, realizarán una conferencia de prensa.

Según el comunicado del Colectivo de Información "La voz sudamericana", que desde hace algunos meses trabajaba en Radio Mágica (93.5 mhz), el dueño de la frecuencia, Mario Kaminsky y Mauro Viale, directivo de la empresa, les cerraron las puertas el 19 de enero último por sus posiciones frente a los ataques israelíes en Gaza.

"Lo que ellos dijeron era que había un atraso en el último mes y hablaron de un cheque que había rebotado. Pero nadie rescinde un contrato por eso. Hay que hacer intimaciones antes. Las razones son otras. Claramente, fue por la posición critica que tuvimos sobre lo que está pasando en la Franja de Gaza", explicó a P&M Marcelo Koening, integrante del Colectivo de trabajo.

Si bien recibieron amenazas por parte del dueño de la radio, quien había pedido moderar el lenguaje sobre lo que pasaba en Gaza, "nosotros realmente no les prestamos atención, porque no estamos de acuerdo con ninguna limitante ideológica. En el contrato no dice que nos iban a imponer desde la ideología por ser los dueños de la radio. Claramente es un acto de censura", agregó Koening.

Por otro lado, Omar López, docente universitario y conductor del ciclo Mate Amargo, que hasta el lunes pasado se emitió en esa frecuencia, opinó en diálogo con P&M que este caso "amerita un profundo Nunca Más de los medios de comunicación, ya que estamos hablando de la reivindicación de los derechos humanos, como el derecho a la información, y a la información democrática".

"Han censurado, so pretexto de lo económico, cuando en realidad, lo que pasó ahí es que el propietario de Radio Colonia, Mario Kaminsky, fuertemente comprometido con la mirada del sector político terrorista que conduce el Estado de Israel, no admitió la crítica. No hubo falta de respeto al pueblo judío, sino todo lo contrario, lo que se planteó fue la intolerancia ante semejante nivel de inhumanidad, de destrozos de vidas inocentes por parte del Estado de Israel", detalló López.

El conductor también planteó en este sentido que "lo más grave es que menemistas recalcitrantes, como Daniel Hadad, como Mauro Viale, que han sido mascarones de grandes hurtos a la ciudadanía en la industria mediática, ahora siguen haciendo de las suyas. En este caso, termina mutilando, golpeando, un proyecto de comunicación popular con un potencial de alto rango como fue el de La voz sudamericana".

La voz sudamericana. La radio nació en pleno conflicto del gobierno nacional con las patronales agrarias. "Cómo vimos que había un monopolio informativo, que tenía un nivel de influencia muy grande y jugaba políticamente, como cualquier grupo económico, generando un monocorde coro de defensores de las patronales del campo, nos preocupó que estuviera ausente la otra voz, que planteaba algo diferente", recordó Koening.

Así, se reunieron varias organizaciones sociales y políticas, como el Movimiento Evita, el Movimiento Libres del Sur, la Federación de Tierra y Vivienda, la Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo, el Comedor Los Pibes, entre otros, para "generar voces propias. No estamos contra la voz de nadie, pero decimos que la mayoría de los medios de comunicación no expresan lo que nosotros somos", concluyó Koening.

Por su parte, Omar López, resaltó que allí "se estaba engendrando un magnífico proceso de aprendizaje y de calificación de la calidad informativa, un proceso de participación democrática en toda la programación. Y aparte, un proceso de entretenimiento y de propuesta de formatos populares, con un potencialidad enorme como aporte a la democratización de los medios de comunicación y de resignificación de la comunicación".

El conductor de Mate Amargo espera ahora que "el Gobierno, que está impulsando la nueva ley de Radiodifusión, tome la palabra, porque no puede dejar pasar por alto esto. Acá hay democracia empresaria, no informativa".

Gerardo Aranguren

http://www.politicaymedios.com/medios/Denuncias_de_censura_contra_una_radio_popular_20090202180517.php

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